“¿Cuántos de ustedes han eliminado a alguien de Facebook porque dijo algo ofensivo sobre política o religión, maternidad, comida…?” Fue la pregunta con la que Celeste Headlee comenzó su charla en TEDxCreativeCoast (11’44” sin desperdicio que pueden disfrutar aquí).
Dos años han pasado desde que Celeste lanzó esta pregunta entre las risas comprometedoras y las manos a medio alzar de los asistentes… yo, sin duda, hubiese sido de las primeras en medio-levantar la mano.
Pero lo que me parecía una pregunta de contexto, con una respuesta obvia (y justificada), no me causó mayor alarma hasta ayer que vi este video:
(Nota: El tema aquí no es Facebook, eso es solo un síntoma, no la causa. Artículo completo: aquí)
Me canso de decir que el respeto es mi valor fundamental, que baso mi vida en ello y que cada uno de mis actos se fundamentan en el respeto a la opinión del otro, en el respeto a la integridad, en el respeto a las decisiones de otros, en dar el respeto que yo creo que merezco y que espero recibir, en respetar que mis derechos llegan hasta donde comienzan los del otro… en fin… respetar, respetar…
Pero, siendo muy sincera, respetar al que piensa igual que tú, que tiene tu mismo estilo de vida, tus mismo gustos, tu mismo idioma, tu misma cultura, tu mismo (inserte lo que desee)… ¿Es realmente respeto? ¿o es simplemente complacencia?
Porque, sincerándonos, ser positivo cuando estás feliz es fácil y natural, lo difícil es serlo en momentos duros o críticos. Lo mismo pasa con el respeto.
Es en la adversidad, en la incomodidad, en el reto y en la frustración cuando salen nuestros verdaderos valores y creo que, sin darnos cuenta, sin darme cuenta, estaba creando mi propia burbuja de complacencia para validar que “soy una persona respetuosa”.
Y no, no hablo de ceder ante la opinión de otros o de dejar de lado mis principios y creencias. No.
Hablo de escuchar sin defender, de comprender sin compartir, de conocer sin predicar, de convivir sin juzgar…
Creo que todos somos libres de salir de aquellas situaciones que nos incomodan o nos afectan, pero también creo que tenemos que ser más agudos y cuestionarnos si realmente estamos haciéndolo por nuestra integridad o solo por confort.
La burbuja es un lugar maravilloso para vivir, para escudarnos en nuestra visión del mundo, para no ser perturbados ni incomodados… pero la burbuja también nos aísla, nos hace sentir que tenemos la razón, que nuestra verdad es única… la burbuja nos valida pero es básica y frágil.
Solo espero tener la fortaleza y perspectiva para cada día romper mi burbuja. Creo que es la única manera para ser verdaderamente respetuosa ante un mundo que no siempre se amoldará a mí.
PD: Si has invalidado el vídeo solo porque es de CNN, no has entendido el mensaje.
*Photo by Alejandro Alvarez on Unsplash
Comentarios
Hay 3 comentarios en este artículo.
Ariadna Pego
¡Me encanta leerte! Brindo (con un smoothie porque son las 11am) por más escritos en 2018 <3
Natalia
¡Salud! ¡Por más escritos en el 2018! ❤ Gracias por leer(me).
Francisco Monaco
¡Hola! Ya estamos en 2019 y ahora si vienen un montón de artículos