Ya sabemos que tener una marca personal no es una decisión que podamos tomar, todos, por el simple hecho de vivir en un lugar rodeado de más personas (entiéndase este planeta), tenemos una marca personal. Una reputación. Ahora, trabajar esa marca personal SÍ es una decisión que puedes tomar.
Sin duda, hay tantas razones como personas para decidir trabajar tu marca personal, pero hay dos motivaciones que pueden hacer imperante que tomes la decisión de invertir en ti y en ese plan que vas a respaldar con tu imagen y nombre.
Son dos preguntas, muy sencillas y que no debes responder pensando en el número de personas a las que quieres llegar o en los ceros a la derecha de tu cuenta bancaria. Respóndelas pensando en lo mínimo, con un sencillo “sí” o “no”:
¿Me interesa sacar rentabilidad o reconocimiento de quien soy o de lo que hago?
¿Creo que tengo algo relevante* que aportar para otros?
Si alguna de estas preguntas tiene una respuesta afirmativa, ¡es tu momento de empezar a trabajar tu marca personal! Ya sea por tu cuenta, leyendo y nutriéndote de la infinita información gratuita que hay a tu alcance, yendo a grupos de formación, buscando sesiones personalizadas con un experto… ¡empieza! o como dice Leti Cebrián ¡haz! Las opciones las tienes, pero solo tú puedes ejecutarlas.
Nos leemos el próximo lunes.
Nat.
*Relevante: Entiéndase relevante como algo de intereses. Puede ser entretenimiento, conocimiento, motivación, reflexión… no hay nada banal o poco importante, sencillamente TÚ tienes considerar que es algo que puede ser importante para otros.